Europa del Norte es la región septentrional del continente europeo. En diversos momentos fue definida de distintas maneras, pero hoy en día suele considerarse que está compuesta por:
- los países nórdicos, que incluyen Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia, así como también las islas Åland y las Feroe, y ocasionalmente Karelia, la península de Kola y el archipiélago Svalbard;
- generalmente, la República de Irlanda, el Reino unido, la isla de Man y las islas del Canal (también considerados parte de Europa occidental);
- generalmente, los países bálticos, es decir Estonia, Letonia y Lituania (también considerados parte de Europa oriental);
- ocasionalmente, otras áreas en contacto con el mar Báltico y el mar del Norte, por ejemplo, noroeste de Rusia, norte de Polonia, Países Bajos, Bélgica, Francia del Norte, Luxemburgo y Alemania del Norte.
En tiempos más antiguos, cuando el continente estaba dominado por las culturas del Mediterráneo (como el Imperio romano), las áreas de Europa alejadas de aquel mar eran generalizadas bajo la denominación de Europa del norte, incluyendo lo que posteriormente se convertiría en Alemania, Países Bajos y Austria. El término de “Europa del norte” para referirse a dicha región sigue siendo utilizado hoy en día en algunos contextos. En la edad media, el término Thule era utilizado para designar un lugar semimítico en el extremo norte del continente.
En el contexto de la Unión Europea, Dinamarca, Suecia, Finlandia, Alemania, Bélgica y los Países Bajos son a menudo vistos como las naciones que conforman la región norte de Europa.
Danevirke y el Canal de la Mancha son frecuentemente considerados líneas divisorias entre Europa del norte y el resto del continente desde que, al menos en el oeste, la mayor parte del área al sur de las mismas fue alguna vez gobernada por los francos durante el reinado de Carlomagno, mientras que la mayoría de los territorios ubicados al norte pertenecieron en algún tiempo al Reino de Inglaterra durante el gobierno de Canuto II.